A veces parece que relacionamos el lujo con las personas más jóvenes o gente de mediana edad, se nos hace complicado imaginarnos a un anciano sobre un Ferrari en vez de jugando al ajedrez. Pero nada más lejos de la realidad, y posiblemente muchos mayores de nuestro país sean los que tengan mayor capacidad adquisitiva si han mantenido su buena pensión tras la crisis, habiéndose jubilado bien, a diferencia de los sueldos de los más jóvenes. Pues para este tipo de personas de más edad queremos hablarles de los apartamentos tutelados de Erit, ya que son una estupenda opción para seguir manteniendo su independencia llegados a una edad y para vivir también dentro del confort y lujo, con gente de un estatus similar y lejos de todas las connotaciones que implica una residencia geriátrica.
Y es que en nuestro país son muchas las personas mayores que viven solas. De hecho se hizo un estudio el año pasado que indicaba que más de un millón y medio de personas mayores en nuestro país están viviendo solas. Y claro, una cosa es la independencia de querer estar solo porque uno quiere, pero otra cosa muy diferente es encontrarse solo por obligación, sin nadie que le eche a uno una mano cuando se encuentre mal, y esta es una necesidad que acucia cuando nos hacemos mayores. Pero de ahí a tener que internarnos en una residencia geriátrica hay un mundo.
Pues bien, en el plano intermedio se encuentran los apartamentos tutelados, y en especial los de carácter de lujo para aquellas personas que no por hacerse mayores han de perder sus gustos o refinamientos. Y para ellos recomendamos en unos pisos que se encuentran en Barcelona, de Erit. Erit club apartments es un complejo exclusivo de viviendas para mayores de lujo en Barcelona situado en Ciudad Diagonal, una de las zonas más exclusivas de la Ciudad Condal, en un entorno urbano y tranquilo rodeado de naturaleza. Apartamentos tutelados modernos cómodos y funcionales con servicios hoteleros de excelencia y una gastronomía de primer nivel. Un estilo de vida cómodo y seguro en un ambiente exclusivo, tranquilo y hogareño.
Estas viviendas para mayores están dirigidas al colectivo de personas maduras, autónomas e independientes, con inquietudes similares en cuanto a estética, confort y seguridad. Gente exigente a la hora de escoger dónde vivir y de qué manera.
Cómo son los apartamentos
Estos 81 apartamentos tutelados en Barcelona constan de 1 o 2 habitaciones (de entre 45 y 65 metros cuadrados), con terraza y espléndidas vistas al mar. Y las instalaciones de los mismos tienen zonas comunes entre las que se encuentran la recepción, los livingrooms, una sala de juegos (para billar, bridge, dominó, etc.), una biblioteca, una sala polivalente de cine y conferencias, un restaurante, un gimnasio, y un despacho médico y enfermería. Además, hay zonas ajardinadas exteriores para poder salir a pasear o disfrutar momentos en compañía de otros vecinos de los apartamentos o de los amigos que nos vengan a visitar.
Por otro lado, la cuota de estos apartamentos incluye servicios como la limpieza del apartamento y de los espacios comunes, lavandería, para ropa blanca y personal, servicio de compras de necesidad doméstica, comunicaciones individuales y comunes, servicio de vehículo comunitario del centro, prensa, transporte privado al centro, sala de informática, sala de cine, supermercado, y servicio de vigilancia las 24 horas del día. Además, los apartamentos cuentan también con médico, enfermeras, entrenador personal, fisioterapeuta, trabajador social y psicólogo comunes para todos los vecinos. Los apartamentos tutelados son ideales para la rehabilitación tanto física como cognitiva, contando con profesionales sanitarios especializados y entrenados en procesos de recuperación de afectaciones neurológicas y postoperatorios.
Y fuera del precio de la cuota se pueden pedir también otros servicios como podología, masajes y peluquería, y restaurante para comidas familiares y de acompañamiento.
Entre las actividades que se organizan destacan las salidas culturales, el cine, los eventos deportivos, las conferencias, los torneos de bridge y dominó, las clases de idiomas, pintura, música y costura, las de informática, de jardinería y bonsái, y las visitas guiadas a museos. Para no aburrirse nunca.