Soy una adicta a los masajes, el cuidado personal, el spa y demás pijadas del estilo, pero lo mejor de todo es que puedo permitírmelo. Normalmente sólo las personas con problemas musculares acuden a los masajistas y fisioterapias, o aquellas que tienen dinero que gastar y les gusta sentirse bien, pero por lo general no todos pueden gastarse todos los meses un presupuesto para este tipo de cuidados por lo que, hacerlo es, en parte, un lujo.
Yo os voy a presentar mi centro de quiromasaje y bienestar, se trata de centroqb.com, en Marbella, y es una maravilla las manos que tienen allí todos los trabajadores. Siempre que voy me dejan como nueva.
Sin embargo, cuando pensamos en masaje, nos viene a la mente enseguida la espalda y, amigos y amigas, los masajes que recibo yo me dejan como nueva cada parte de mi cuerpo (y no pensemos mal que tampoco voy por ahí). Los masajes se pueden dar en cualquier zona corporal donde haya músculo, es decir, en todas partes así que pensad en dar placer a todo vuestro cuerpo, no sólo a la espalda.
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Las Orejas son un punto que tal vez no habías pensado que podría ser factible de recibir masajes pero, lo son. Los masajes en las orejas no son sólo relajantes, también son beneficiosos porque estimulan la circulación, tanto a nivel energético como a nivel sanguíneo. Las orejas son una zona refleja que proyecta el resto del cuerpo por lo que dar un masaje en ellas, especialmente en los lóbulos, puede ayudar el fortalecimiento de todos los órganos internos del cuerpo, como los riñones, que se activan indirectamente.
Los glúteos. Por su cercanía con los riñones, un masaje en los glúteos también fomenta que trabajen más y mejor, ayudando también al nervio ciático, evitando posibles lumbalgias. Asimismo, un masaje en esta región, además de una absoluta sensación de relajación, activará la circulación en esta zona, previniendo de este modo la aparición de celulitis y la concentración de grasa, produciéndose un efecto drenante.
Las yemas de los dedos son, por un lado, muy resistentes, pero por otro, altamente sensibles. Aunque son ellas las que se suelen utilizar para dar masajes, también pueden recibirlos mediante técnicas de presión. Masajear las manos resulta positivo para evitar incómodos síntomas producidos por la artrosis o también por lo que ahora se denomina como el efecto-gatillo, un anquilosamiento consecuencia del uso de aparatos tecnológicos y las posturas que se emplean para manejarlos.
La cara que sólo suele tratarse a nivel estético para mejorar el aspecto de la piel, también puede masajearse para conseguir una relajación total e incluso un lifting natural. Si acompañas el masaje con aromaterapia tendrás una experiencia extrasensorial.
La coronilla. Sí, sí, masajear esta zona que siempre olvidamos puede ayudarnos a liberar estrés o migrañas habituales. Además, produce una sensación de ligereza absoluta, creando un efecto placentero.
Y ahora, tras leer todos estos beneficios ¿no tenéis ganas de experimentar la sensación de recibir un masaje en estas zonas? Pedid a vuestro centro de quiromasaje que os informen pero yo, desde aquí, os recomiendo que probéis los beneficios de ellos con la mente abierta. Notaréis los cambios en vuestro cuerpo y os sentiréis mucho mejor.