Una empresa que se encargue de la distribución de mercancías necesita que sus instrumentos de trabajo, es decir, sus camiones, sean unas máquinas prácticamente indestructibles. Cualquier avería que sufran implica pérdidas de dinero horribles para la empresa puesto que hay que reparar la anomalía y para colmo de males se pierde el beneficio que ese medio de transporte permite conseguir.
Por desgracia, en España no somos precisamente expertos en la construcción de medios de transporte que se caractericen por su eficiencia. Ese tipo de vehículos suelen hacerse en el corazón de Europa, lo que sin embargo no nos impide su compra. A lo que nos obliga tal situación es a conseguir que una empresa especializada en el transporte de vehículos nos lo haga llegar desde un país como Alemania.
Fue el país teutón en el primero en el que pensamos para conseguir vehículos fiables y eficientes en mi empresa (encargada de la distribución de paquetería o muebles). Los vehículos que solíamos utilizar comenzaban a estar claramente desgastados y era más que necesario un relevo generacional que nos permitiera desarrollar nuestra actividad con mayor eficacia y mayor rapidez. Esto era fundamental para mantener contenta a una clientela que ya nos había pegado algún que otro tirón de orejas.
Teníamos claro el tipo de camión que queríamos conseguir y ya sabíamos de dónde obtenerlo. Sin embargo, nos encontrábamos ante un problema relacionado con el transporte de dicho vehículo. Nuestra empresa se encargaba del transporte de un tipo de mercancías que nada tenía que ver con vehículos y por tanto necesitábamos que profesionales especializados en el transporte internacional de vehículos nos prestaran sus servicios.
Comenzamos a gestionar todo lo que hacía falta para ello. En primer lugar era estrictamente necesario que el servicio que se nos ofreciera fuera rápido. Teníamos verdadera necesidad por comenzar a realizar nuestra actividad de un modo diferente y de, por tanto, cambiar nuestra imagen de cara a los clientes. Por otro lado, no nos podíamos olvidar de que el presupuesto con el que contábamos era limitado y que por tanto no podíamos elegir a la primera entidad que encontráramos por Internet. Era muy importante que comparáramos varias.
Después de hacerlo teniendo en cuenta múltiples variables, nos dimos cuenta de la conveniencia de optar por una empresa como Transportes Cars. Al operar solo en Europa, sus conductores conocían perfectamente el trazado por el que se movían en todo momento, lo que permitía ganar mucho tiempo. Eso, sumado a su compromiso y a la celeridad con la que comenzaban a operar para hacernos llegar el vehículo solicitado les había convertido en una alternativa ideal para la situación en la que nos encontrábamos.
Apenas unos días después de la primera llamada a Transportes Cars ya teníamos nuestro nuevo camión preparado para su carga y conducción. Nos parecía increíble, casi un milagro, que en tan poco tiempo hubiese sido posible un transporte tan eficaz desde Alemania hasta España. Y a un precio que, por cierto, era bastante asequible e inverosímil a juzgar por la calidad del servicio que nos acababan de prestar.
Nuestra clientela, principal beneficiada a causa del cambio
Tener los camiones nuevos a nuestra disposición marcó un antes y un después en nuestro modo de trabajar. No en vano, conseguimos realizar los transportes de mercancías de un modo mucho más rápido, igualmente seguro y sin que tuviéramos que padecer en el momento menos pensado (y normalmente también el más inoportuno) cualquier tipo de avería o contratiempo.
¿Cuál ha sido la principal consecuencia de todos estos cambios? Nos enorgullece decir que no ha sido otra que una mejora de las condiciones del servicio que le brindamos a nuestros clientes. Esto nos ha permitido mejorar como entidad, aumentar nuestro bagaje económico y, ante todo, comenzar a mostrarnos como una empresa que es capaz de cumplir desde el primero hasta el último de sus objetivos.