Madrid es una de las ciudades con más opciones de estudio. Entre universidades privadas y públicas la oferta supera la veintena. Pero aquí además se pueden cursar los mejores másteres de nuestro país y la capital es también sede de las más importantes escuelas de negocios. De ahí que todos los años por septiembre comience el aluvión de alumnos venidos de todas las partes de España y de muchos lugares del mundo para estudiar sumergidos en un estupendo ambiente cultural. Hoy aprovecharemos nuestro artículo para hablar de dónde se pueden alojar todos estos estudiantes y de cuáles pueden ser los primeros planes culturales que hacer en la capital una vez asentados en la Institución del Divino Maestro.
Porque este es el colegio mayor o residencia universitaria que os vamos a recomendar tantos por sus servicios como por su ubicación. Hay que tener en cuenta que llegar de nuevo a una ciudad tan grande como Madrid no es nada sencillo, por lo que alojarse en una residencia o colegio mayor es la mejor manera de ampliar el abanico de gente nueva para poder hacer amigos. Irse a vivir a un piso cuya única referencia es un cartel que hemos encontrado en la calle no es muy recomendable. Con el tiempo quizás conozcamos a nuestros compañeros para mal. Puede que hagan ruido, que no congeniemos, que no sean limpios… Lo más práctico es empezar la casa por los cimientos. Hacer buenos amigos y después, si nos conviene, compartir piso.
Aunque en función de la residencia donde nos encontremos es posible que no queramos salir de allí durante los estudios. La tranquilidad de estos alojamientos ayuda mucho a concentrarse para aprovechar bien el tiempo en la universidad. Y cuentan además con grandes servicios. La Institución del Divino Maestro, por su parte, es una fundación benéfico-docente promovida y patrocinada por el Arzobispado de Madrid desde el año 1927. Y destaca muy especialmente por la dedicación al estudio y su magnífica disposición para la convivencia. Esta residencia de estudiantes en Madrid está organizada sobre un régimen profundamente humano y familiar, basado en la libertad y en la responsabilidad de cada uno, que hace que los alumnos vean en ella una prolongación de su propia casa. Además, aquí se organizan actividades, compatibles con los estudios y llevadas a cabo por los residentes a través de comisiones, como son las charlas y coloquios, los certámenes de relato corto y poesía, los concursos de fotografía y cortos de cine, las maratones deportivas, etc.
Aquí cuentan con habitaciones dobles y triples con baños comunes ubicados estratégicamente por los pasillos. Además, ofrecen servicio de comedor, lavandería, conexión a internet, salas de estudio, biblioteca, gimnasio, sala de informática, capilla, prensa diaria, etc. Y para los ratos de ocio, esta residencia para estudiantes en Madrid dispone de salas de vídeo, televisión y proyecciones audiovisuales, sala de juegos, sala de música e incluso de una magnífica pista deportiva para fútbol sala, baloncesto y vóleibol. Así, las plazas, 127 en total, se agotan cada año, demostrando y reafirmando que se trata de un referente en Madrid como residencia universitaria.
Primeros planes en Madrid
Para una vez que el nuevo estudiante se haya asentado en Madrid, vamos a recomendarle algunos buenos planes culturales con los que ir conociendo la ciudad y su ambiente. El museo de arte contemporáneo Reina Sofía se convertirá en esta época en un must para cualquiera que desee conocer más sobre la pintura y la escultura. E incluso su cafetería es un estupendo punto de encuentro para quedar con los amigos con los que se compartan intereses. También el Museo del Prado, que se encuentra ahora celebrando su bicentenario, así como el Thyssen.
Y para abrir boca de todo lo que vendrá en los maravillosos años de universidad, hasta principios de septiembre estarán disponibles dos exposiciones que no se pueden perder: “Albert Renger-Patzsch. La perspectiva de las cosas” y “Retratos”. La primera de ellas propone un recorrido, formado por 185 fotografías y 18 libros, por la trayectoria artística de Albert Renger-Patzsch, uno de los principales representantes de la nueva objetividad alemana y reconocido en la actualidad como una de las figuras más representativas e influyentes de la historia de la fotografía del siglo XX. La muestra recorre su carrera desde principios de 1920 hasta la década de 1960, examinando la amplia gama de temas y géneros que la marcaron a través de tres momentos fundamentales.
“Retratos”, por su parte, presenta una selección de más de 100 fotografías y se organiza en tres secciones: “Ciudades”, “Comunidades” y “Artistas y modelos”. La muestra permite al visitante desplazarse en el tiempo y en el espacio reconociendo las influencias y paralelismos entre artistas desde 1916 hasta 2013. En ella se encuentran autores que son un referente en la historia de la fotografía y también otros menos conocidos, compartiendo todos ellos una visión particular sobre el tema medular de la exposición. A través de este recorrido el visitante se desplaza en el tiempo y en el espacio reconociendo influencias y señalando significativos paralelismos entre artistas desde 1916 hasta 2013. Encontramos autores que son un referente en la historia de la fotografía y también otros menos conocidos, compartiendo todos ellos una visión particular sobre el tema medular de la exposición.