Hay muchas razones por las que se puede llegar a precisas de un abogado de calidad. En Gap Abogados saben perfectamente que su clientela cuando les encuentran, buscando un servicio de calidad y donde el trato humano, así como los lógicos resultados son fundamentales. Ellos saben que la cantidad de despachos de abogados que hay en España es alto y con tanta competencia, los clientes no lo tienen fácil a la hora de elegir los profesionales del derecho que se pueden encargar de su caso.
Conscientes de ese problema, vamos a abordar un tema interesante:
¿Qué debemos tener en cuenta para elegir un buen abogado?
Tendrá que ser experto en la materia
Cuando se contrata a un abogado, debemos estar seguros de que cuenta con experiencia real en la rama del Derecho que pertenezca a nuestro propio caso. En el mundo del derecho, la experiencia es importante y cuando se expone de manera directa la situación en la que nos encontramos, optar por un profesional experto es el que nos informará del problema en el que contamos y de las armas que podemos tener. Si no termina de transmitir seguridad, mejor optar por otras opciones.
Referencias inmejorables
En el campo de la abogacía, el denominado “boca a boca” es altamente efectivo, es el ese momento cuando un despacho de abogados funciona bien y satisface a la clientela, lo que hará que no dude en dar buenas referencias a sus familiares, amigos o conocidos.
Informar y ser accesible
Los abogados tienen que tener al cliente bien informado según transcurra el procedimiento. Habrá que tener paciencia, especialmente en países como el nuestro donde la justicia va a paso de tortuga, los plazos de dilatan y cuando no existen novedades, lo mejor es no comunicarse. Eso sí, cuando haya novedades, el abogado debe poner al día al cliente.
Como es lógico, tendrá que responder a las llamadas que se les haga o a los correos electrónicos, especialmente cuando haya que aportar datos nuevos sobre nuestro caso.
Disponible
Algo importante es que el despacho esté cerca de nuestro domicilio, en especial por si hay que entrevistarse con frecuencia con el abogado. Realmente es importante cuando se reside en ciudades de gran tamaño, como en el caso de Madrid o en Barcelona, donde lo mejor es que el abogado tenga su despacho en la zona centro, lo que redundará en unos mejor accesos.
No podemos olvidarnos de otro tema de gran importancia y es que deberá estar localizable, tanto en su web, como correo electrónico, teléfono o en la dirección física del bufete. Todo esto da la siempre necesaria seguridad y confianza.
Primeras impresiones positivas y honradez profesional
Cuando nos reunamos por primera vez con el abogado, hay que llevarse una gran impresión de él, de no ser así empezaremos con mal pie. No confíes en los abogados que de primera no te puedan asegurar un éxito al completo.
Deberá orientarnos sobre las posibilidades que tengamos realmente de ganar el caso, así como de las complicaciones para lograrlo y las herramientas de carácter jurídico que podemos tener a nuestro favor.
Honorarios
Muchos despachos cuentan con una primera visita gratis, algo que siempre es bueno. Aquí el cliente puede conocer más a fondo lo que costará el proceso y honorarios del profesional. Cada abogado va a poder fijar los honorarios, pero deberemos estar seguros de que las tarifas en cuestión estén claras y no induzcan a equívocos.
Mejor que sean despachos multidisciplinares
Los abogados que se contraten van a tener que anteponer los intereses que tengas a los suyos propios. Por todo ello lo consejos que te den deberán ser honestos y sinceros. No olvides que este profesional tiene que acompañarte en el proceso y en el caso de que haga bien su trabajo, quizá en otras experiencias que puedas tener a futuro.
Debido a esto, es útil tener profesionales que puedan tener gran experiencia en diferentes materias o incluso que cuenten con servicios de asesoría.
Ya has podido ver, que encontrar a un buen abogado no es tan fácil como parece y que si queremos contar con uno que tenga profesionalidad y experiencia, vamos a tener que informarnos bien y conocerle mejor antes de tomar una decisión final.
El vocabulario legal no siempre es sencillo de comprender y los procedimientos normalmente suelen ser bastante aburridos y no siempre sencillos de entender por quienes no entienden demasiado de derecho. Todo esto es lo que hace que confiar en un buen abogado sea una elección en la que conviene no fallar.