Ha llegado el sol y el calor y la verdad es que son muchas las personas que hemos esperado este momento para poder relajarnos y viajar hasta otros puntos de nuestra geografía. No cabe duda de que, después de todo lo que hemos tenido que soportar en el último año y medio, hay más ganas que nunca de coger el coche, la maleta y a nuestra familia para desconectar de la rutina diaria junto a todos ellos y, de una vez por todas, recuperar esa felicidad que creíamos perdida.
Para muchas personas, y teniendo en cuenta que la situación económica también se ha degradado a causa de la pandemia, poder organizar unas vacaciones y tomarse unos días libres es todo un lujo. Pero, para que todo salga bien y que no exista la más mínima posibilidad de que tengamos algún percance, hay que apostar por la mejor variedad en lo que respecta a cremas solares. Y es que ya sabemos que el sol puede ser una perfecta excusa para disfrutar de la playa o de la piscina, pero también puede resultar ser la peor de nuestras pesadillas si no nos protegemos lo suficiente ante la potencia de sus rayos.
Una información vertida por el portal web Infosalus aclaraba en el mes de abril de este mismo año que había aumentado la cantidad de personas que usaba crema solar durante todo el año. El porcentaje ya alcanzaba el 43% sobre el total de la población española. Eso sí, como ya os hemos comentado más arriba, no todo vale. Necesitamos la mejor de las variedades y gamas para proteger nuestro cuerpo de la malicia de los rayos del sol. Y es que, con este tipo de cosas, mejor no experimentar. Hay que apostar por lo mejor de lo mejor.
Y, aún así, hay que tener cuidado porque, según indica una noticia publicada en la web de La Vanguardia, solo el 5% de la población se aplica bien la crema solar, lo que deja en bandeja que se pueda producir algún tipo de quemadura que nos pueda amargar las vacaciones. Desde luego, hay que tener mucho ojo con este tipo de temas porque, como seguro que ya muchos y muchas sabéis, un exceso de exposición al sol sin protección (o con la protección mal puesta) aumenta de un modo considerable las posibilidades de sufrir cáncer de piel.
A la hora de protegernos de peligros como las quemaduras del sol o el cáncer de piel, no hay medias tintas que valgan. Solo podemos tener en consideración los mejores productos. De cara a este verano, nos han comentado los profesionales de la farmacia San Félix 75 que ha aumentado la demanda de cremas solares de reconocido prestigio y que tengan una eficacia probada en lo que tiene que ver con la protección de los potentes rayos de sol que recibirá nuestro territorio durante los meses de julio, agosto e incluso septiembre. Y es que no es para menos.
Una protección que todos necesitamos
Es habitual encontrarnos con personas que no usan crema solar porque dicen que suelen exponerse poco a los rayos de sol o porque no han tenido problemas de quemaduras en ningún momento de su vida. Pues bien, ese no es argumento suficiente como para dejar de lado una protección como de la que estamos hablando. Nunca está de más evitar males que puedan irrumpir en nuestra vida sin previo aviso. Y el cáncer de piel es uno de esos problemas que no llama a la puerta, sino que la tira abajo directamente sin esperar a nada ni nadie.
Además, puede ocurrir que esa enfermedad se nos presente en un momento de la vida que no esperamos. Puede empezar a ser preocupante cuando se es joven o fastidiarnos cuando ya vamos camino de la vejez. Lo que debemos hacer, en todo caso, es no dejar nunca de lado todo lo que tenga que ver con la salud de nuestro cuerpo. Eso tendrá un valor incalculable para conseguir que una buena salud siga siendo nuestra compañera en este viaje llamado vida. Y no hay una mejor compañera de viaje que ella.
La calidad de los productos que usemos para evitar los malvados efectos del sol es la que va a determinar la calidad de nuestra vida en los próximos años. Ocurre muchas veces cuando analizamos la calidad de la comida que ingerimos, la calidad y el ritmo de vida que llevamos o la calidad de la vivienda en la que residimos. Pero la calidad de las protecciones ante los rayos de sol también tienen una influencia sideral y que, además, es creciente tanto en España como en otros países en los que la incidencia del sol no es tanta.