La reforma integral de mi casa fue una experiencia que, aunque inicialmente me llenaba de incertidumbre, terminó siendo una de las decisiones más acertadas que he tomado. Y para, ello, como es lógico, decidí contratar a una empresa profesional porque quería asegurarme de que cada detalle se manejara con el mayor cuidado y precisión posible. De hecho, ahora, mirando atrás, no puedo estar más satisfecho con el resultado y con la decisión que tomé en su momento.
Todo comenzó cuando me di cuenta de que mi casa necesitaba un cambio urgente. Las paredes estaban desgastadas, los suelos crujían con cada paso y los baños parecían haberse quedado atrapados en una década pasada. Y, aunque sabía que no era una tarea sencilla, la realidad es que me puse a investigar y consultar con amigos y familiares, y finalmente, me decanté por contratar los servicios de Studio360, quienes se dedican al interiorismo y también cuentan con una excelente reputación en reformas integrales.
La primera reunión con los profesionales de esta empresa fue reveladora. Llegaron puntuales, con un portafolio de proyectos anteriores que mostraban su habilidad para transformar espacios. Juntos recorrimos la casa, mientras yo le explicaba mis ideas y necesidades. Quería una cocina moderna, más espacio en el salón, baños funcionales y una habitación principal que fuera un verdadero refugio. Ellos escucharon atentamente y luego comenzaron a proponer ideas que no solo eran prácticas, sino también innovadoras.
La fase de planificación fue crucial. Desde el estudio realizaron un levantamiento detallado de la casa, midiendo cada rincón para asegurarse de que todo se hiciera a la perfección. Me presentaron un plano y un cronograma de trabajo, lo que me dio mucha tranquilidad y es que, de esta forma, sabía exactamente qué esperar en cada etapa del proceso y cuánto tiempo tomaría. Si bien, como os imagináis, la demolición fue la parte más impactante y es que ver cómo derribaban las paredes y arrancaban los suelos antiguos me hizo dudar por un momento, pero pronto la emoción reemplazó cualquier temor. Día a día, veía cómo la casa comenzaba a transformarse y el equipo de construcción era increíblemente profesional, siempre dispuesto a responder mis preguntas y mantenerme informado sobre el progreso.
Uno de los momentos más emocionantes fue cuando comenzaron a instalar la nueva cocina. En este sentido, habíamos elegido un diseño minimalista, con gabinetes blancos y encimeras de cuarzo, además, la isla central se convirtió en el corazón de la cocina, perfecta para reuniones familiares y cenas con amigos. Así, ver el proceso de cómo se materializaba exactamente como lo había imaginado fue una satisfacción enorme.
Pero los cambios no quedaron aquí y es que el salón también sufrió una transformación radical. Derribaron una pared para crear un espacio abierto y luminoso, añadieron una gran ventana que permitía la entrada de mucha luz natural, y el suelo de madera clara le daba un toque acogedor y moderno. Elegimos una chimenea eléctrica que se integraba perfectamente en la pared principal, convirtiéndose en el punto focal de la habitación.
Los baños fueron otro gran cambio, mucho más modernos y funcionales, con duchas a ras de suelo y azulejos elegantes. De hecho, el baño principal se convirtió en un pequeño spa, con una bañera amplia y una iluminación suave que invitaba a la relajación. Pero esto no es todo, ya que la habitación principal era mi principal capricho, puesto que yo quería un lugar donde pudiera desconectar por completo. Optamos por colores suaves y naturales, y el arquitecto diseñó un vestidor que era el sueño de cualquier amante de la moda.
Finalmente, tras unos largos días de obras, incomodidades y grandes cambios, llegó el día en que la reforma estaba completa. Y no os voy a engañar y es que caminar por mi casa renovada era como estar en un lugar completamente nuevo. Así, cada detalle, desde los interruptores de luz hasta los muebles, había sido cuidadosamente seleccionado y colocado y parecía un hogar completamente nuevo pero acogedor y reconocible.
¿Qué estancia es la más cara a la hora de hacer una reforma?
A la hora de hacer una reforma integral en una casa, la estancia más cara suele ser la cocina. En este sentido, algunos de los motivos que incrementan el coste de esta estancia son:
- Equipamiento y electrodomésticos: la cocina requiere una serie de electrodomésticos esenciales como horno, microondas, lavavajillas, frigorífico y placa de cocina, que pueden ser bastante costosos, especialmente si se opta por marcas de alta gama.
- Muebles y almacenaje: os cajones y muebles de cocina personalizados pueden aumentar significativamente los costes. La elección de materiales de calidad para las encimeras, como el cuarzo, el granito o el mármol, también puede incrementar el presupuesto.
- Instalaciones: esta estancia necesita instalaciones específicas de electricidad y fontanería que deben ser adecuadamente adaptadas y a menudo requieren trabajos adicionales. Esto incluye la instalación de tomas de corriente, puntos de luz, y las conexiones de agua y gas.
- Suelos y paredes: los suelos de cocina suelen ser más caros porque necesitan ser duraderos y resistentes a la humedad. Los azulejos de las paredes, especialmente si se eligen materiales de alta calidad, también pueden elevar los costes.