En el artículo que aquí arranca, os vamos a hablar de un lujo al que no os tenemos demasiado acostumbrados pero que es realmente importante para el conjunto de nuestra sociedad. Se trata de un lujo con el que muchas personas hemos crecido y que, por tanto, no hemos valorado en su justa medida. Hablamos de la educación pública, que es un bien que debemos valorar de una manera muy grande porque, por desgracia, la educación pública no es algo que sea habitual en todos los países que se encuentran sobre la faz de la Tierra. Ojalá fuera así, pero lo cierto es que todavía nos queda tiempo para ver eso.
Pero valorar la educación pública debe ir más allá de hacerlo simplemente manifestando una opinión. Hay que ir más allá. Las instituciones tienen que poner todo de su parte para mejorar en lo que tiene que ver con este asunto. En concreto, deben redoblar sus esfuerzos en lo que respecta al apoyo económico que reciben todas aquellas personas e instituciones que se encargan del trabajo y de la difusión de la materia educativa, un trabajo que es mucho más arduo de lo que suele llegar a pensarse y que, desde luego, tiene una importancia tremenda a nivel social.
En especial, este aumento de la inversión que demandamos se tiene que producir en materia de nuevas contrataciones y puestos de trabajo para esas personas cuya formación haya tenido que ver con la educación. Se trata de una actividad que es fundamental, imprescindible y esencial para la economía y la sociedad de este país. Y es que, si no hay apuesta en educación a través de la contratación de más gente y la creación de puestos de trabajo en la materia, las consecuencias, a largo plazo, las terminamos pagando todos y todas.
La verdad es que se están produciendo avances en lo que venimos demandando. Una noticia que fue publicada en la página web del diario Expansión informaba de que eran 200.000 personas las que se habían presentado a una oposición de enseñanza y que contaba con un total de 30.000 plazas vacantes que cubrir. Se trata de cifras bastante potentes y que ponen de manifiesto que se está produciendo una regeneración que las instituciones han considerado necesaria y que, en efecto, es importante tal y como están las cosas en la materia educativa.
Son momentos difíciles para todas esas personas que han estado preparándose para una oposición de este sentido. La llegada de la pandemia conocida como COVID-19 ha supuesto un trastorno para todas esas personas ligadas de alguna manera a la enseñanza. Según la página web Portal Parados, 14 comunidades ya han decidido pasar al año 2021 las oposiciones que tienen que ver con la enseñanza, algo que es realmente lógico y que también ha sido necesario en aras de potenciar todo lo que tiene que ver con el mantenimiento de las medidas de seguridad necesarias para terminar con la pandemia.
La educación y la enseñanza públicas que tenemos en España es uno de los mejores tesoros del país, uno de sus lujos más grandes e importantes. Y mantenerlas es más importante que nunca, puesto que esta actividad bien merece estar considerada como esencial. En los últimos años ha venido produciéndose un repunte en lo que tiene que ver con las plazas que salen a concurso en las oposiciones según nos han comentado los profesionales de Preparadores Valladolid, especializados en todo lo que tiene que ver con la formación de cara a superar la dureza de este tipo de pruebas.
Apuestas a largo plazo o derrota social
Está claro que los mejores avances sociales son los que se producen a largo plazo. De nada sirve cambiar una ley, o potenciar la inversión en una cosa durante un solo año, si después no hay un seguimiento y no se produce un mayor desembolso en este tipo de tareas. En España, actualmente estas cosas funcionan bastante mal teniendo en cuenta que los partidos políticos hacen y deshacen a su antojo durante cuatro años lo que se ha ido implementando durante los cuatro años anteriores. Es necesario cambiar esta cultura y potenciar el cambio que sea necesario para implementar las mejoras sociales pertinentes en este momento de la Historia.
Está claro que no es fácil conseguirlo, pero tenemos bien seguro que, sin voluntad, es completamente imposible que se pueda producir alguno de los cambios de los que venimos hablando. Es evidente que todavía quedan muchas cosas que hacer en lo que respecta a la mejora educativa en España, y estamos seguros de que se podría hacer mucho más de lo que hasta ahora ha salido adelante. Centrarse en los recursos humanos de los que dispone nuestra sociedad es la mejor manera de que se produzca un avance y de que, en definitiva, el país que todos y todas defendemos sea mucho mejor.